miércoles, 9 de abril de 2008

Robert Crumb, un alma cándida


Hace un par días tuvo lugar mi particular búsqueda del sofá maldito. Debería decir mejor que "malditas" son las escaleras que tengo en la casa, en el recibidor concretamente, porque son tan estrechas que cuando giras para subir al primer piso, ya tienes suerte si cabes tú y alguna bolsa de la compra contigo. Pero un sofá...como que no. Así que en ésas estuve con Irene, buscando el maldito sofá que cupiera por las malditas escaleras. No era una actitud muy positiva la verdad. Nos recorrimos Norttingham y alrededores y la verdad es que vimos cosas que nos gustaron mucho pero siempre terminábamos por descartar la opción teniendo en mente nuestras liliputienses escaleras. Al final nos tengo recurrir a IKEA, lugar que me había prometido no volver a pisar el resto de mi vida. Pero qué se le va a hacer, allí encontramos dos sillones individuales que, desmontados, por supuesto, cupieron la mar de bien en nuestras escaleritas y hoy decoran mi comedor.

El caso es que en una de esos lugares que visitamos, el pueblo de Arnold, encontramos una tienda de libros de segunda mano (una de mis verdaderas pasiones) y allí nos agenciamos un par de diccionarios de inglés y un libro de Bussiness English para Irene. Pero, oh cosa curiosa, allí apilado en el suelo, en una rara sección de cómics o algo parecido, encontré un reciente libro de Robert Crumb titulado The Sweeter Side of Robert Crumb (2006). Lo compré enseguida porque además el precio era de risa: 2 libras.
El libro me ha mostrado una parte de Robert Crumb que desconocía: su faceta paisajística. Contiene ilustraciones de paisajes franceses (el viejito se marchó de USA para vivir en Francia hace ya tiempo), especialmente calles adoquinadas con el encanto de sus balcones con flores y sus callejones de postal. Una maravilla, una perlita escondida (al menos para mí) de la producción de Crumb que me ha parecido deliciosa. Aquí os dejo la reseña de Newsarama.

3 comentarios:

Lajarín dijo...

Joer con el spam, esos comentarios tan raros a mi tb me salían y tuve que habilitar la palabreja esa rara. Me has recordao mis paseos por el bazar del tebeo de murcia,donde remueves y escarbas y,a veces, sacas petróleo. Mola mucho esa sensación ¿verdad?saludos!

Jorge dijo...

Hola lajarín! Oye, qué palabreja es ésa?? No tengo ni idea de estas cosas pero tendré que hacer algo con el spam de la puñeta.

Yo me reconozco como personaje de rastro, me encanta rebuscar en librerías de lance, en rastrillos, en cualquier mercadito. Siempre recordaré cuando compré los números 3, 4 y 5 de la serie "Conan el Bárbaro", mi cómic favorito de la infancia. Los encontré yendo con mi hermano mayor y me los vendió una señora muy viejita que tenía un puesto de venta de tebeos y libros de segunda mano. Los ojos se me abrieron como platos. No pensaba que los fuera a encontrar y así empezó el gusanillo del coleccionismo. Una sensación alucinante, sí...

Lajarín dijo...

Lo de la palabreja es lo de moderación de comentarios, así se evita el spam...
saludos ;)